NUESTRO TRABAJO PROYECTOS TERMINADOS

La fundación llevó a cabo sus primeras actividades de ayuda en Costa Rica en 1987 en el cantón suroccidental de Pérez Zeledón, puesto que la necesidad de la población era mayor en las zonas rurales remotas.

A modo de ejemplo, la fundación donó un minibús a la residencia de ancianos Monseñor Delfín Quesada, lo que proporcionó a los residentes un transporte para acudir al hospital y recibir atención médica. La fundación también ayudó a mantener en funcionamiento el hospital local mediante la donación de instrumental médico y una unidad de aire acondicionado muy necesaria para la sala de cuidados intensivos del hospital.

A principios de los años 90, la Fundación Samuel decidió ayudar a los niños necesitados de Costa Rica y, en 1991, construyó dos hogares infantiles en la ciudad de San Isidro del General: el Hogar Infantil Heinz y el Hogar Infantil Günther. Ambas instalaciones, con capacidad para diez niños y adolescentes, ofrecían protección, atención y apoyo en un entorno familiar. Desde entonces, innumerables niños pudieron encontrar allí temporalmente un nuevo hogar hasta que surgieran nuevas perspectivas, como ser amparados por una familia de acogida, ser adoptados o regresar a su familia de origen.

La Fundación Samuel gestionó los dos hogares infantiles en colaboración con la autoridad costarricense responsable de la protección de la infancia, el PANI, hasta 2019. La infraestructura y el personal fueron proporcionados por la fundación. A principios del 2019, el PANI asumió completa responsabilidad sobre ambos hogares. De esta manera, este proyecto para niños y jóvenes necesitados se completó exitosamente.

En 1992, la fundación apoyó la ampliación de una escuela en la comunidad de Lomas de Cocorí, cerca de la capital provincial San Isidro. El asentamiento, que anteriormente había sido construido en medio de la naturaleza, sufría de extremas deficiencias de infraestructura. Junto con los líderes de la comunidad, la Fundación Samuel elaboró un plan para ampliar la escuela local mediante la construcción de tres aulas que se necesitaban con urgencia, un bloque sanitario y una cocina con comedor. Anteriormente, la mayoría de los 240 alumnos tenían que recibir clases al aire libre. En el marco del proyecto de construcción, la fundación se hizo cargo de la compra de los materiales, de la financiación de las obras externas y de la coordinación del proyecto; la construcción se llevó a cabo con la participación de los padres. La escuela terminada fue un símbolo de esperanza para muchas de las familias que viven allí con sus hijos.

De 2023 a 2024, la Fundación Samuel apoyó un proyecto de ayuda para víctimas de violencia sexual en cooperación con Fundación Rahab, su organización colaboradora con sede en San José. Fundación Rahab respalda a mujeres afectadas por la violencia, a sus hijos y a jóvenes en situación de riesgo en programas integrales de prevención y rehabilitación. En el marco del proyecto se financiaron cursos para la cualificación profesional de mujeres afectadas y se llevaron a cabo medidas de modernización para mejorar la infraestructura de Fundación Rahab. El proyecto fue cofinanciado por el Fondo de Pequeños Proyectos de Cooperación al Desarrollo del Ministerio Federal alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).

En el marco de un proyecto del BMZ, la Fundación Samuel realizó en el año 2000 la ampliación de la escuela "El Divino Salvador" en Bello Amanecer. En este barrio de Ciudad Sandino, al oeste de Managua, viven muchas familias con muchos niños en condiciones precarias. Gracias al proyecto de cooperación entre la iglesia local que patrocina la escuela y la fundación, se construyeron y equiparon seis aulas. Esto ha permitido multiplicar por 1,5 el número de alumnos de los cursos 1ero a 6to y abrir tres cursos más, del 7mo al 9no.

Desde 1990 hasta 2010, la Fundación Samuel apoyó el puesto de salud "El Tepeyac", cerca de Granada. Este puesto, fundado por monjas en 1963, era un lugar fiable al que acudían todos los sábados hasta 200 personas enfermas y necesitadas de los alrededores que no podían pagar los servicios del sistema sanitario estatal.

En 1990, la Fundación Samuel dio inicio a sus actividades con la donación de un minibús para la transportación de pacientes y el personal. En 1995, realizó un proyecto cofinanciado por la República Federal de Alemania para la renovación y ampliación del puesto de salud, así como para el abastecimiento de agua de tres comunidades vecinas. En el 2003, bajo la supervisión de nuestros instructores, los estudiantes de nuestro curso de construcción llevaron a cabo reparaciones y trabajos de embellecimiento muy necesarios en el puesto de salud. Además, la fundación ha apoyado regularmente dicho puesto con fondos para la compra de medicamentos y alimentos.

Como gran amante del arte, el creador de la fundación, Robert Samuel, apoyó a los artistas durante muchos años. La Fundación Samuel ha continuado esta tradición, apoyando financieramente entre los años 1986 y 2006 a jóvenes estudiantes de la renombrada Academia de Arte de Düsseldorf durante su formación. Durante ese tiempo, la fundación concedió becas anuales y apoyó a los estudiantes para que expusieran sus propias obras de arte. Para poder optar a la financiación, los estudiantes debían ser considerados socialmente desfavorecidos y su obra debía ser merecedora de apoyo artístico. El proyecto estaba estrechamente vinculado al trabajo comprometido del profesor privado y portavoz de prensa de la academia de arte, Hubertus Neuerburg. Con la jubilación del mismo, el programa de becas de la fundación también llegó a su fin.

El proyecto "Café Eden" es una iniciativa de la sala de funciones de Düsseldorf vinculada al tema de la huida y la migración. El objetivo era crear un lugar de encuentro para todos los ciudadanos y, al mismo tiempo, contribuir a mejorar la integración de los refugiados en nuestra sociedad. El Café Eden es un lugar de información y de encuentro, de arte y de cultura, y es moldeado activamente por los participantes. En 2017 y 2018, la Fundación Samuel añadió un componente educativo a los servicios ofrecidos por "Café Eden": la enseñanza del idioma alemán a los refugiados, especialmente a los niños y jóvenes. Se desarrollaron diferentes formatos para la enseñanza lúdica del idioma, como clubes de obras de teatro, talleres de teatro escolar, formatos de escenario abierto, ofertas de obras de teatro y eventos de debate, que tuvieron una gran acogida.

En 2018/19, la sala de funciones de Düsseldorf y la Fundación Samuel, junto con el centro cultural zakk de Düsseldorf, continuaron su exitosa cooperación en el ámbito de la integración. Dado que el conocimiento del alemán es un instrumento crucial para el éxito de la integración, la obra multicultural "Alemania. Un cuento de invierno" se centra en el intercambio lingüístico y cultural entre alemanes y jóvenes de origen inmigrante. En la obra, los actores siguen los pasos de Heinrich Heine, quien, tras 13 años de exilio, emprende un viaje de regreso a su patria alemana. El proyecto fue financiado por el Ministerio de Cultura y Ciencia de Renania del Norte-Westfalia y el Grupo de Trabajo Estatal para Actividades Socioculturales.

En medio de la difícil situación económica de Cuba en la década de 1990, la fundación participó en varios proyectos en la isla caribeña entre 1997 y 2007. El trabajo resultó bastante difícil, ya que el gobierno cubano no acogía de buena gana a proyectos de trabajo independientes.

A pesar de estas difíciles condiciones, se realizaron tres proyectos en la capital, La Habana, que han abierto perspectivas para los jóvenes en Cuba. La fundación comenzó su labor allí en 1997/98 apoyando una escuela de socorristas, la "Escuela Provincial de Salvavidas Henry Dunant". En los años siguientes, prestó su apoyo a un centro de formación de artesanía y cursos técnicos, el "Politécnico Fernando Aguado y Rico", así como a un centro de formación para jóvenes de los sectores más débiles de la población, la "Escuela de Oficios Hermanos Ameijeiras". En particular, la fundación llevó a cabo medidas para la modernización de la infraestructura y el equipamiento de los respectivos centros.

Por iniciativa del psiquiatra infantil Dr. Eugen Jungjohann de Düsseldorf, la Fundación Samuel llevó a cabo a partir de 1990 un proyecto de atención médica básica en la comunidad de Ebenebe, en el este de Nigeria, la antigua Biafra. Para ello, la fundación construyó un pequeño hospital con atención ambulatoria, un ala de hospitalización con 20 camas y un quirófano. En 1992, el hospital fue terminado e inaugurado oficialmente. En 1994, el edificio se amplió con un ala para una escuela de enfermería con un total de ocho plazas de formación. El hospital se desarrolló con gran éxito y también realizó una buena labor de prevención e higiene. Poco después de su inauguración, un promedio de 120 pacientes visitaba el hospital ambulatorio cada día. En 1996, las primeras ocho enfermeras completaron con éxito su formación. En 1999, la fundación inició el proceso de traspaso de responsabilidades a los socios locales, lo que se completó en el 2002.

De 2002 a 2017, la Fundación Samuel participó activamente en proyectos educativos en Tailandia; a partir del 2006, funcionó allí como una organización de ayuda al desarrollo internacional oficialmente reconocida. Iniciado por Gerd Mathia, un antiguo consultor de marketing de Düsseldorf que llevaba muchos años viviendo en Tailandia, la fundación apoyó y supervisó un proyecto de acompañamiento a la educación de niños y jóvenes en edad escolar. Aunque la educación escolar en Tailandia es gratuita, el transporte, los uniformes y el material escolar no lo son. Además de financiar la asistencia a la escuela, la fundación ofreció importantes clases complementarias a la educación, como cursos de informática e inglés, así como atención vespertina.

Además, la fundación ha financiado en varias ocasiones las actividades de mejoramiento de la infraestructura de un hogar infantil, el "Home for Hilltribe Children", así como de escuelas rurales de la región, y ha contribuido de forma significativa a los gastos de funcionamiento, como las comidas escolares.

Al mismo tiempo, un total 70 niños y jóvenes estaban al cuidado de la fundación, repartidos desde las escuelas primarias locales hasta las escuelas nacionales de formación profesional y las universidades del país. Apoyamos a muchos de ellos durante muchos años, desde la escuela primaria hasta que completaron con éxito su formación profesional.

Con la jubilación del director del país, la fundación cesó sus actividades en 2017 al mismo tiempo que terminó su apoyo a los últimos jóvenes apadrinados en el mismo año.

Entre 1989 y 1996, la fundación apoyó un proyecto educativo de los dominicos para los niños de una colonia vertedero de las afueras de San Salvador, fundada por personas sin tierra y desplazadas durante la guerra civil de El Salvador. El proyecto fomentó la educación preescolar y primaria de los niños que vivían allí y creó las estructuras necesarias para poder llevar a cabo este propósito. Durante su participación, la fundación financió el salario de una profesora alemana como directora pedagógica del centro.